He visto la receta en varios blogs, la verdad es que no recuerdo exactamente en cuales (perdón, perdón...) pero desde la primera vez me quedé enamorada, y grabé la receta en mi mente hasta encontrar una cubitera de silicona con el tamaño adecuado.
Y llegó el momento. Tenía miedo (jiji), no por el resultado, si ya estoy curada de espanto... sino por si gustarían. A mi me encantan estas mezclas, pero... a mis invitados y mi pinche?? Pues hala, ahí los puse en la mesa, sin desvelar de que eran... jiji... Y sorprendentemente les encantaron!!!
El resultado es muy curioso: primero detectas un sabor dulce, del chocolate, y también del paté (que es lo que puse yo) y luego te llega el salado. No sabes si sabe a fresa... hasta que encuentras el sabor. Muy muy recomendable! Pero eso sí, en pocas cantidades.
La receta original es con foie, y estoy deseando probarlos así. Yo no me atreví, por si era muy fuerte, y puse un paté suave de pimienta. Creo que al final era más fuerte aún!!
Como era la primera vez, no me quedaron muy bonitos. Se han quedado blanquecinos, no se si porque lo metí en la nevera en vez del congelador. O porque estrenaba las cubiteras. O no se... También he aprendido que hay que intentar que no se manche la cubitera de chocolate fuera del hueco del bombón. Es importante que sea de silicona blandita, para no tener que hacer mucha fuerza al sacarlos. Y un pincel pequeñito de silicona (o cualquier otro material) viene muy bien.
Bueno, voy a la receta!!
Ingredientes:
- Chocolate negro para repostería (yo usé media tableta)
- Foie, o paté al gusto
- Aceite de oliva
Materiales:
- Cubitera o bombonera de silicona
- Pincel del tamaño adecuado
Preparación:
Fundimos la mitad del chocolate al microondas. Para que no se queme, lo hacemos en periodos de un minuto como máximo, sacamos, removemos bien y volvemos a introducir el el microondas si es necesario.
Cuando esté bien caliente, añadimos la otra mitad del chocolate en trocitos y mezclamos bien hasta que se funda del todo.
Congemos el molde y una servilleta de papel. Mojamos la servilleta en un pelín de aceite de oliva y frotamos bien por todo los huecos. Tiene que quedar muy extendido, cunde muchísimo.
Con el pincel, cubrimos el interior de los moldes con chocolate, una capa finita. No es importante que cubramos perfectamente, ya que daremos más capas. Metemos unos minutos en el congelador (yo en la nevera). Repetimos la operación y metemos de nuevo en el congelador. Yo lo hice 3 veces, para cubrir bien todos los huecos y para que quedara más gordita la capa de chocolate.
Es el momento de poner el foie o el paté. En mi caso, con una cucharita batí primero el paté, para que quedara una especie de mousse y luego puse una pequeña cantidad dentro de los bombones. La próxima vez lo haré con foie, poniendo un dadito del mismo dentro de cada bombón.
Por último cubrimos cada bombón con chocolate, y volvemos a enfriar. Desmoldamos justo antes de servir con mucho cuidado, cuando el chocolate se haya endurecido bien.
Se puede servir decorado con sal maldon y crema de vinagre balsámico.
¡Toda una sorpresa para el paladar!